Cerrando Filas ante el COVID-19

Todos hemos sido testigos del gran daño que la contingencia sanitaria provocada por el COVID-19 está haciendo a las economías del mundo.
En México, sin ir más lejos, más de 2,400 empresas dedicadas a la industria de la construcción y sus cadenas productivas se están viendo afectadas debido a la no inclusión de nuestra industria dentro de las actividades catalogadas como esenciales.
Ante esto, el presidente de la República anunció que quienes no acaten esta disposición y continúen trabajando, podrían hacerse acreedores al cierre, suspensión o cancelación de las obras, pudiendo ser inspeccionadas y acusadas de “posible delito de daño a la salud”
Para colmo de males, la industria cementera también fue etiquetada como industria de actividad “no esencial” por lo que frenaron su producción, con lo cual en estos días uno de nuestros principales insumos está por terminarse en los puntos de venta, y en las que aún quedan se han reportado alzas en los precios (al igual que en el acero).
Hoy se sabe que, según cifras de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), de los 6.1 millones de personal de sus agremiados no todos son puestos permanentes ni duran trabajando todo el año puesto que que existen empleados temporales y ellos lamentablemente serían los que verían más afectados.
Pero no todos son malas noticias, ya que en estados como Querétaro, el gobernador decretó la exención del impuesto sobre nómina a nuestra industria durante 3 meses, lo cual da un respiro al sector queretano de la construcción.
En MMI confiamos en que después de la tormenta siempre vendrá la calma y hoy cerramos filas con las acciones tomadas por las autoridades sanitarias de México y el mundo a fin de proteger la salud y la #seguridad de nuestros clientes y asociados.
#QuédateEnCasa