El triste origen de las barras de pánico

Todos hemos visto este tipo de herraje en las salidas de los cines, estadios y toda clase de edificios, pero ¿qué son y para qué sirven?
Para empezar mencionaremos que se llaman barras de pánico, aunque también se les conoce como dispositivos de salida de pánico, barras de choque o barras de empuje y son un tipo de mecanismo de apertura que permite a los usuarios abrir la puerta presionando la barra para salir de forma rápida de las instalaciones donde se encontrasen.
Inicialmente la función de este tipo de herraje era evitar el aplastamiento de la multitud en una emergencia, pero ahora también se utilizan como el mecanismo principal de apertura en las puertas de muchos edificios de carácter comercial.
La barra de pánico consiste en una barra de metal que cuenta con un resorte y es fijada horizontalmente a una puerta que gira en la dirección de una salida. Al presionar la barra, se desbloquea la puerta, lo que permite a los ocupantes salir rápidamente del edificio.
Las normas modernas contra incendios a menudo exigen que las puertas se coloquen con barras de pánico en edificaciones comerciales o de gobierno, en donde los métodos de apertura de otro tipo podrían frenar la evacuación en masa.
¿Pero cómo surgió este tipo de herrajes?
La estampida de Victoria Hall fue un lamentable acontecimiento en el que murieron 183 niños y ocurrió en Sunderland, Inglaterra el 16 de junio de 1883 en Victoria Hall, que era una gran sala de conciertos de la época.
En esa fecha, los artistas itinerantes Mr y Mrs. Fay presentaron un programa de variedades para niños y al terminar el show, anunciaron que algunos niños con ciertos boletos numerados recibirían un premio al salir de acuerdo a la numeración de sus boletos, mientras empezaron a repartir regalos desde el escenario. En ese momento, para evitar perderse las golosinas, muchos de los más de 1100 niños asistentes se dirigieron hacia la escalera que conduce a la planta baja. Allí, en la parte inferior de la escalera, la puerta se abrió hacia adentro y se atornilló para dejar un espacio lo suficientemente ancho como para que un niño pasara a la vez, para asegurar la comprobación ordenada de los boletos.
Sin embargo había pocos adultos presentes que pudieran mantener el orden y los niños bajaron las escaleras hacia la puerta. Los que estaban en el frente quedaron atrapados y fueron aplastados por el peso de la multitud detrás de ellos.
Cuando los adultos en el auditorio se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo, corrieron hacia la puerta, pero no pudieron abrir la puerta completamente ya que el cerrojo estaba en el lado de los niños.
El cuidador Frederick Graham subió otra escalera y desvió a aproximadamente 600 niños a un lugar seguro. Mientras tanto, los otros adultos sacaron a los niños uno por uno a través de la estrecha brecha, antes de que un hombre quitara la puerta de las bisagras.
Con la asfixia compresiva de 183 niños entre los 3 y 14 años, este el desastre es el peor de su tipo en la historia británica. Por cierto, el Victoria Hall fue destruido por una bomba en la segunda guerra mundial en 1941.
Tras este desastre, el gobierno británico inició acciones legales para hacer cumplir los estándares mínimos para la seguridad de los edificios. Esto llevó lentamente al requisito de que los lugares deben tener un número mínimo de puertas que se puedan abrir hacia afuera, así como cerraduras que se puedan abrir desde el interior.
Tú podrías evitar una catástrofe similar en tus construcciones utilizando correctamente este tipo de cerraduras. Contacta con tu distribuidor MMI más cercano para más información y ayuda a salvaguardar la vida de las personas.