PENITENCIARÍA DE LECUMBERRI: LA CONSTRUCCIÓN - Metal Manufacturing Industries

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PENITENCIARÍA DE LECUMBERRI: LA CONSTRUCCIÓN

PENITENCIARÍA DE LECUMBERRI: LA CONSTRUCCIÓN

Para conocer nuestro presente debemos mirar al pasado, y sobre el tema de seguridad penitenciaria es importante conocer su historia para entender el desarrollo de la arquitectura reclusiva. Te invitamos a que conozcas más sobre el tema con la cárcel por excelencia del siglo XX. La Penitenciaría de Lecumberri.

También conocida como el Palacio Negro y situada en la zona oriente de la ciudad de México, fue la cárcel que estableció el modelo panóptico la cual consiste en una estructura arquitectónica diseñada de forma circular de las celdas en torno a un punto central, sin comunicación entre ellas y pudiendo ser el recluso observado desde el exterior; edificado con cantera, mamopostería y estructura metálica dieron forma a los distintos espacios del conjunto; siguiendo un estilo eclético que evocaba una arquitectura de fortaleza, que representara temor. 

Erigido en una zona pantanosa que representó un reto constructivo; además se implementaron esquemas que buscaban la expiación de los reos, integrando el trabajo con la vida cotidiana, cuya finalidad era lograr la reinserción de los reclusos a la sociedad concluida la condena. 

Estos ideales reflejaban el progreso y el humanismo que se empezó a gestar en el porfiriato. Su construcción inició en 1885 .

PROYECTO ARQUITECTÓNICO

La planeación del reclusorio no sólo intentó aglomerar los servicios para los internos también se diseñó para propiciar la socialización entre los mismos presos. Fue ideado bajo los preceptos de un encierro aislado. El acceso a la penitenciaría, constaba de una puerta, flanqueado por las estatuas de Howard (modelo panóptico) y Bentham (filantropía) sus inspiradores. Cada celda estaba forrada de lámina de acero, cuatro paredes, la puerta hermética cuya mirilla se abría desde afuera, para introducir alimentos, girar instrucciones o ejercer custodia.

Desde su primera etapa, el proyecto contempló que los proyectos arquitectónicos contuviera todas las instalaciones necesarias y adecuadas para un funcionamiento autosuficiente. justicia, dirección, administración, ingreso, servicios médicos, servicios escolares, talleres, visita íntima, servicios recreativos y deportivos, visita familiar, vigilancia, dormitorios para internos y servicios generales, son algunos departamentos que contaban dentro de sus instalaciones.

Para el proyecto final se estableció que esta “pequeña ciudad” debía de estar rodeada por un muro perimetral de 6 metros de altura en la sección de hombres, dicho muro tendría dos áreas de restricción, la exterior de 20 metros de ancho y la interior de 10 metros de ancho, este último servía como circuito vial. 

A lo largo del muro se ubicaron miradores de vigilancia, formados por cilindros de concreto armado como base y la cabina tenía forma de un cono truncado invertido, cuya altura era de 9.7 metros. Cada mirador tenía un rango de observación de 360º lo que permitía tener visión hacia el exterior del recinto.

Finalmente, la penitenciaría de Lecumberri se desarrolló con gran éxito, convirtiéndose en un ejemplo al transformar el modo de vida en reclusión.

La edificación de la penitenciaría tuvo un costo de $2’396,914.84, desplantándose sobre una superficie de 32,700 metros cuadrados, bajo el diseño de Ing. Antonio Torres Torrija. Su  inauguración fue el 29 de septiembre de 1900 por el entonces Presidente de la República el General Porfirio Díaz.

 

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